El agua
y el cambio climático
El agua, fuente de vida
El agua cubre el 71% de nuestro planeta, los océanos desempeñan un papel muy importante en el control del CO2 de la atmósfera, ayudan a mantener la temperatura del planeta y a todos los ecosistemas marinos. Los cambios tanto en la temperatura del agua como en su acidez ponen en peligro a muchos organismos.
El agua en cualquiera de sus estados es vital para la vida en el planeta. Solo el 3% del agua del planeta es agua dulce, de la cual, dos terceras partes están congeladas en glaciares y en los polos. La necesitamos para beber, para la agricultura y la ganadería, sin contar con los innumerables ecosistemas que necesitan el agua dulce para subsistir.
El agua dulce almacenada en forma de hielo en los casquetes polares, los glaciares y las zonas alpinas se está derritiendo. Se estima que la nieve en el hemisferio norte disminuya hasta un 30% en 2100, esta agua, en principio irá a parar a ríos y lagos, pero terminará vertiéndose en los mares, disminuyendo aún más el agua dulce del planeta.
El aumento de la temperatura del planeta, está intensificando el deshielo de los glaciares y los polos, con el consiguiente aumento del nivel del mar, poniendo en grave riesgo a las zonas costeras. A todo esto, hay que añadir que aumentará la frecuencia de las inundaciones y las sequías, ampliando las zonas desérticas.
El agua dulce, no será suficiente, si tenemos en cuenta el aumento de población que se estima que en 2050 alcanzará los diez mil millones de personas. Esta previsión pone de manifiesto que los actuales sistemas de contención del agua de lluvia serán claramente insuficientes.
La lucha por el agua ya ha empezado y en vista de las previsiones los conflictos irán en aumento. El impacto a nivel económico y social es considerado por el Foro Económico Mundial como el número uno. Por lo que es necesario que los países pasen a la acción implementando medidas para reducir la vulnerabilidad de las poblaciones frente a inundaciones o sequías.
El Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias afirma que 4.800 millones de personas, y casi la mitad de la producción de grano, estarán en peligro en 2050 si continua el modelo de comercio actual. Se hace evidente que, las diferentes poblaciones y países necesitan establecer marcos de cooperación, encaminados a reducir el riesgo de conflictos ocasionados por el agua. Además de preparar adecuadamente a las comunidades para minimizar los efectos de posibles desastres.
El cambio climático varía el ciclo del agua, ya hay estudios que estiman que en los próximos 30 años el norte y el este de Europa serán más húmedas y registraran más precipitaciones, mientras que el sur de Europa dispondrá de menos agua, aumentando las zonas desérticas.
Numerosas comisiones, gobiernos y organizaciones se reúnen año tras año, sin llegar a verdaderos compromisos que frenen el cambio climático, disminuyendo las emisiones de gases de efecto invernadero, la contaminación de nuestros océanos por residuos, sobre todo plásticos, la desforestación, y el uso sostenible del agua en todos los sectores productivos e industriales. Por el momento, ganan los intereses económicos, sobre la conservación del planeta. Tal vez, se necesite un cambio en la forma de vida y los hábitos de consumo de la población, apostando por productos obtenidos sosteniblemente.
Las empresas y los gobiernos en su mayoría, se mueven por intereses económicos, nosotros podemos ayudar a que esto cambie con algunas iniciativas como: elegir productos ecológicos y de proximidad, contratar el suministro de energía con empresas suministradoras de energía limpia, limitar el consumo de plásticos, haciendo un uso responsable del agua, entre otras muchas más.
La vida se inició en el agua
Todos los seres vivos la necesitamos
Últimas Publicaciones
Aumenta el Ahorro Energético de tu hogar
El ahorro energético en los hogares contribuye a cuidar el medio ambiente y a reducir el consumo en la factura eléctrica. Si gana el planeta, ganamos todos.
Energías renovables
Las energías renovables contribuirían a frenar el cambio climático y su investigación, desarrollo e implementación supondría nuevos puestos de trabajo.